PREÁMBULO
Posiblemente 2011 quede acuñado como uno de los años más difíciles para la economía nacional ante los reajustes de los mercados financieros internacionales que aún no terminan después de la recesión mundial de 2009.
Si a eso se suman los bajos niveles de inversión, el cierre de un importante número de empresas (fuentes de empleo), así como el fenómeno de la migración de trabajadores a otros estados de la República, como consecuencia de la violencia imperante en el país, se complica todavía más el crecimiento esperado.
Además de que la posibilidad real de aprobación de una nueva Ley Federal del Trabajo, se diluyó ante el temor de las fracciones parlamentarias de perder sus nichos de poder, cercanos ya los procesos electorales.
Como puede apreciarse, no se vislumbra un año halagüeño en lo económico ni en lo laboral, pues mientras México siga dependiendo de factores económicos externos (los famosos estornudos de otros y neumonías para nosotros); no contenga los embates del crimen organizado que inhiben la inversión y mantenga una legislación laboral totalmente ajena a las necesidades actuales de productividad y eficiencia, los nubarrones no desaparecerán de nuestro horizonte.
Ante este panorama, IDC Asesor Jurídico y Fiscal acudió a connotados expertos litigantes laborales, a quienes se les plantearon los siguientes cuestionamientos:
- ¿Cómo vislumbra que se pueden comportar los incrementos salariales y las contrataciones durante 2012?
- ¿Ve posible que en este mismo año pudiera aprobarse la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT)?
Conozca sus previsiones para 2012:
