Bergerac: síndrome de baja autoestima

La conexión de un hombre talentoso pero con una autoestima baja como Bergerac, da origen a este síndrome

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 .  (Foto: IDC online)

Cómo no recordar aquélla novela donde el personaje principal es el ilustre hombre de prominente apéndice nasal que por considerarse una persona poco atractiva transmite sus dotes poéticas y sus habilidades seductoras a un joven mozuelo para que conquiste el amor de su amada.

Quizás se pregunte que tiene que ver Bergerac y esta novela en el ámbito laboral. La respuesta por increíble que parezca es que precisamente la conexión de un hombre talentoso, visionario y con excelentes ideas, pero con una autoestima baja como Bergerac, da origen al síndrome en análisis, ya que existen trabajadores con un enorme potencial que por no creer en sí mismos, dejan que otros enarbolen sus propuestas y se lleven el crédito correspondiente.

Esto de ninguna manera es positivo para la empresa, pues aquél subordinado que padece este síndrome cada vez se sentirá más inseguro y desmotivado al grado que su capacidad innovadora y creativa se agotará y aquellas personas dependientes de sus ideas morirán laboralmente junto con éstas al igual que la productividad de la organización.

Por ello resulta necesario identificar plenamente el origen de las buenas ideas y de encontrar que el generador de las mismas es un trabajador con una autoestima baja se le debe dar apoyo psicológico, con el propósito de superar tal inconveniente y transformarlo en una persona segura de sí misma, reconocida por sus aportaciones y productiva para la organización.

Asimismo, la permanencia en la compañía de aquellos subordinados que se beneficiaron de las ideas ajenas viviendo como parásitos laborales, deberá ser evaluada con detenimiento, ya que con seguridad este tipo de personas no suelen ser productivas, pues para ello dependen de otros.