En los próximos 12 meses los mercados financieros podrían tener bajos rendimientos y por ende crear un estancamiento en el crecimiento económico estadounidense; ello derivado de la inmovilización de las ventas al menudeo, la modesta creación de empleos, la posibilidad de observar una deflación más prolongada y la elevada incertidumbre en los mercados financieros globales, por tanto es poco probable que las condiciones económicas y laborales en México puedan mejorar.
Este entorno de anquilosamiento, ha provocado que el mercado laboral aún no se recupere del efecto de la recesión de 2009.
La tasa de desocupación promedio del primer semestre de 2010 es la más elevada en este incipiente milenio y ni el crecimiento económico observado durante el mismo lapso ha impactado positivamente en el mercado de trabajo, al menos por lo que hace a la generación de empleo.
Esto se ve reflejado en el número total de nuevos empleos registrado por el Instituto Mexicano del Seguro Social, que hasta junio del presente año fue de 513,000, por lo que si bien los reportes de dicho Instituto contemplan cifras positivas en realidad únicamente representan una parte de las enormes necesidades de empleo que tiene una población de 107 millones de personas.
Tomando como referencia los datos obtenidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), es poco probable que en lo que resta del año la situación económica y por ende la laboral tengan una mejora sustancial.
Otro problema que agrava el desempleo es que a las personas con un mayor nivel de estudio les resulta complicado ubicarse en un puesto de trabajo, porque la economía mexicana es de ?bajo valor agregado? y por ende sus necesidades de mano de obra apuntan principalmente hacia la contratación de colaboradores con un perfil de estudios básico.
Fuente: www.cnnexpansion.com
