Controle el estrés en su empresa

Identifique de qué forma el agotamiento emocional impacta la productividad de su empresa y aprenda a evitarlo, por Angy Newman Coach Ejecutiva y BPM

“Manolo, de 80 años, camino de su cabaña, a la granja, como cada mañana, aún en pleno invierno para él, no hay estrés, a pesar de la nevada: él sólo piensa: las vacas quieren comer... Seguro que va pensando también: estaba mejor caleciendo junto al fuego, mejor iría más tarde... Pero las vacas quieren comer temprano... La senda no está fácil ni difícil: simplemente tengo que romper la nieve para atender al ganado. Y llegaré sin agobios, por supuesto: al ritmo que las piernas me permitan llegar.”

Así es de sencilla la andadura diaria en la actitud de tantos lugareños en los pueblos de montaña. Aún, en plena invernada, Manolo de 80 años, camino de su cabaña a poco de romper el alba. Las vacas tienen que comer, al final de una senda a romper diariamente entre la nieve. Y ni pizca de estrés, por supuesto…

Diversos enfoques del estrés

Históricamente, el término estrés probablemente se empezó a manejar alrededor del siglo XIV, pero a mediados del XIX el fisiólogo francés Claude Bernard sugirió que los cambios externos en el ambiente pueden perturbar al organismo. Estrés se deriva del griego stringere, que significa, provocar tensión.

En todo ser humano existe un propósito de vida, una razón de vivir, la cual, guía sus actos. Sin embargo, para llevar a cabo ese propósito se requiere afrontar una serie de factores que pueden influir y otros, que son externos y ante los cuales, solamente, queda adaptarse.

Una forma de analizar el desarrollo del ser humano es la pirámide de gestión personal. Ésta permite analizar la evolución de una persona identificando los tipos de gestión, los estilos de respuesta y los rasgos deseables. La pirámide divide estos factores en tres niveles: básico, psicosocial y existencial.

Siendo el estrés un factor importante que repercute en el desempeño de las personas, sus efectos pueden identificarse en el plano básico de la pirámide, pues la respuesta al estrés puede derivar en derrotismo o en determinadas circunstancias, impulsar a una actuación superior.

Estrés en los últimos 40 años

Durante este lapso se generó un incremento muy importante de los problemas relacionados con el estrés laboral, conocido como el síndrome de Burnout.

El Burnout fue utilizado por primera vez por el psicólogo clínico Herbert Freudenberger para definir el desgaste extremo de un trabajador. Luego, lo adoptaron los grupos sindicales y abogados como elemento de ayuda para mencionar los problemas físicos generados por un grado de agotamiento excesivo.

En la actualidad, es una de las causas principales de incapacidad laboral. Su origen estaba centrado en los profesionales de la salud: los médicos.

Al principio, como consecuencia de este síndrome, el subordinado está un poco quemado. Después, cuando presenta síntomas físicos de agotamiento, se encontrará totalmente oxidado o destruido.

Pero no solo las personas recargadas de tareas o responsabilidades son las que sufren un excesivo estrés. Tener una vida sin motivaciones, sin proyectos, o pasar por una etapa de desocupación puede provocar el mismo desenlace. Los síntomas son iguales: falta de autoestima, irritabilidad, nerviosismo, insomnio y crisis de ansiedad, entre otros.

Sin duda, el desempleo es una causa muy potente que conduce a las personas a manifestar trastornos como la depresión, la ansiedad o las adicciones. La ingesta desmedida de alcohol y otras sustancias son frecuentes en personas desocupadas. Es una manera de expresar el estado de estrés que se ha instalado en su vida.

Una persona extremadamente estresada o quemada, puede demostrar ese estado a través de dos formas bien definidas:

  • el cansancio emocional es la actitud más clara, evidente y común en casi todos los casos, y
  • no responde a la demanda laboral y generalmente, se encuentra irritable y deprimida

También existen otras actitudes un poco más difusas. Los profesionales como las enfermeras, los médicos, los maestros, entre otros, que trabajan en contacto directo con otras personas, suelen tener este síndrome.

Los problemas internos entre la empresa y el individuo pueden ser uno de los factores que genera un colaborador quemado, porque la desorganización en el ámbito laboral pone en riesgo el orden y la capacidad de rendimiento de éste último.

Esto sucede, frecuentemente, cuando no existe claridad en los roles y las tareas que debe desempeñar cada uno de los trabajadores. También la competencia desmedida entre los compañeros, un lugar físico insalubre para trabajar y la escasez de herramientas o útiles suelen ser tema de desorganización en las compañías.

Influye también el individuo y su capacidad de adaptación, dos personas pueden laborar juntas y bajo la misma complicación, en ocasiones una se estresa y la otra no. Últimamente, el estrés laboral se convirtió en uno de los factores más importantes de incapacidad.

Estrés igual a agotamiento emocional

Se refiere a la disminución y pérdida de recursos, en este caso, las emociones, como:

  • despersonalización o deshumanización, consistente en el desarrollo de actitudes negativas, de insensibilidad y cinismo hacia los receptores de servicio prestado
  • falta de realización personal, con tendencias a evaluar el propio trabajo de forma negativa, con vivencias de insuficiencia profesional y baja autoestima
  • síntomas físicos de estrés, como cansancio y malestar general en el organismo
  • manifestaciones mentales: sentimientos de vacío, agotamiento, fracaso, impotencia, autoestima baja y pobre realización personal. Es usual apreciar nerviosismo, inquietud, dificultad para la concentración y una limitada tolerancia a la frustración, con comportamiento paranoides y/o agresivo hacia los clientes, los compañeros y la propia familia
  • manifestaciones físicas: cefaleas, insomnio, algias osteomusculares (dolores), alteraciones gastrointestinales, taquicardia, etc., y
  • expresiones conductuales: predominio de conductas adictivas y evitativas; aumento en el consumo de café, alcohol, fármacos y drogas ilegales; ausentismo laboral; bajo rendimiento personal; distanciamiento afectivo de los clientes y compañeros, y frecuentes conflictos interpersonales en el ámbito del trabajo y dentro del seno familiar

Tres actores que originan el estrés laboral

El estrés en el ámbito laboral tiene un gran peso en las relaciones interpersonales que se dan en el lugar de trabajo. Según sea el punto de vista se puede hacer referencia a los factores que lo originan, por ejemplo:

  • las relaciones con los subordinados y los directivos que buscan conseguir una mayor productividad
  • los vínculos entre los compañeros, los cuales pueden derivar en rivalidad, favoritismos, burlas, culpabilidad y errores, entre otros, y
  • los aspectos relativos con la carrera profesional; es decir las insatisfacciones sufridas por el individuo, monotonía en el papel que desempeña, responsabilidades, etc.

Como se muestra en la grafica de la página 12, el individuo puede ser afectado por diversos factores emocionales en un tiempo determinado, los cuales funcionan como una caja negra en la que las condiciones estresantes del trabajo (como lo son en varios países de Latinoamérica la inestabilidad laboral, las altas exigencias, las presiones del mismo empleo o el ambiente en que se desarrolla), colocan a la persona en un estado de vulnerabilidad y de acuerdo a como los afronte podrá o no producirle un riesgo de herida, porque no está concentrado o provocarle alguna enfermedad originada por el estrés.

Factores generadores

En el campo laboral existen aspectos generadores del estrés, como lo son la falta de información para realizar una actividad, la cual se da más que todo en un nuevo colaborador que desconoce en gran parte el funcionamiento de su lugar de trabajo, no conoce a la perfección los recursos, las políticas, etcétera y lo contratan como si fuese un conocedor del medio en que se desenvuelve, y por ende que debe cumplir exitosamente sus metas.

Otro factor, son los conflictos respecto de acatar las órdenes que en un momento pueden ir en contra de los principios del individuo y en otro momento, puede darse una contradicción de las instrucciones que recibió, más si recibe órdenes de varios superiores.

También existen casos de sobrecarga de trabajo, se tiene la idea de que una persona en un ambiente laboral específico puede realizar tantas tareas como necesidades tenga su patrón, por ejemplo: si en una empresa contratan a un ingeniero para efectuar labores propias de su profesión pero además necesitan un administrador, habilitan para esa tarea al ingeniero; si se requiere una labor de carácter organizacional y no existe una persona que la desarrolle, entonces se acude al ingeniero y si se crea una nueva instalación y si se arruina una maquina, también se recurre al ingeniero, y así sucesivamente hasta que se logra quemarlo.

Como señala Pilar Paúl, el contenido del trabajo, la carga psicológica que implica, la autonomía para organizar el tiempo, los estilos de mando, la definición de funciones o las posibilidades de participar en la organización, causan estrés.

Finalmente, se cuenta con un generador que tiene que ver con la incompatibilidad del status quo, en el que el individuo intentará producir más recursos para atender las demandas de la situación, las cuales no sean las adecuadas según sus aptitudes.

Aspectos psicosociales incidentes

Señala Selye que de acuerdo con la evolución histórica del estrés, éste se define como: “la respuesta fisiológica, psicológica y de comportamiento de un individuo que intenta adaptarse y ajustarse a presiones internas y externas”.

Los factores a mencionar son por ejemplo:

  • las profesiones de riesgo, las cuales juegan un papel importante debido que en muchos países se busca producir ya sea un bien o servicio de manera que la situación del subordinado no es tomada en cuenta debido a que estas actividades como consecuencia del tipo de trabajo, la responsabilidad, o el ritmo laboral, conllevan un nivel de estrés adicional.

El profesionista tiene que afrontar esta situación en muchas ocasiones bajo su propio riesgo y en tales casos, no realiza plenamente su labor por estar pendiente de no cometer un error fatal

  • la sobrecarga de trabajo, aquí el individuo se enfrenta a jornadas de trabajo demasiado largas y a veces con escasos descansos, poco control sobre el ritmo de trabajo, falta de aplicación en las actividades y tareas, y tiene una sensación de que su esfuerzo no es retribuido justamente, y
  • la falta de la participación en la toma de decisiones, es causante de algunos sentimientos de frustración o baja estima, causando en varios casos una desmotivación o conflictos interpersonales

Otros factores que intervienen son el medio ambiente, en el cual se desarrolla las actividades: las condiciones inseguras o peligrosas, tales como, ruido intenso, contaminación del aire, problemas ergonómicos, entre otros.

Estresores

Dado que los factores mencionados son los identificados en el ambiente laboral, existen otros de carácter externo a las situaciones de trabajo, los cuales inciden indirectamente en el individuo.

De acuerdo con los análisis realizados por Fineman, el estrés y la tensión surgen de las interacciones que se dan entre unas percepciones del individuo sobre el entorno, la personalidad, la amenaza experimentada y la conducta como respuesta a dicha amenaza.

Por ello todo suceso, situación o persona externa puede ser estresor. Dichos estresores se clasifican en:

  • ambientales. En los cuales influyen ruidos que afectan la tranquilidad; la temperatura que debe ser agradable para desenvolverse. Ésta no debe ser caliente porque causa más probabilidades de irritación; ni tan fría porque genera conductas de pereza, vibración y movimiento, causantes de algunas enfermedades que pueden dañar el cerebro o algún nervio, y
  • organizacionales. Éstas son las acciones, las situaciones o los sucesos ajenos a la organización, que podrían resultar estresantes para la gente. Tales como el cambio social, la familia, la reubicación, las condiciones económicas y financieras, la raza, la clase social y las condiciones residenciales o comunitarias.

10 señales que indican estrés dentro la empresa

Una persona estresada genera las siguientes conductas:

  • trabajo para concentrarse. El agotamiento físico y mental crónico puede conducir a diversos problemas cognitivos, siendo el más frecuente la incapacidad para concentrarse, mantener la atención o recordar cosas
  • sensación de que siempre hay mucho más que hacer. A pesar de que la persona dedica al trabajo más horas de las que debería, tiene la sensación de que debería trabajar aún más. Según un estudio de la Universidad de Zaragoza, las personas que padecen este síntoma suelen ser tipos frenéticos demasiado involucrados y ambiciosos que sacrifican su vida personal y su salud para sus puestos de trabajo, sobre todo cuando están luchando por un ascenso
  • sentimiento de culpabilidad. El individuo trabaja constantemente, pero no obtiene los resultados que desea, quizás debido a que tiene un exceso de trabajo o éste es demasiado pesado. Esto lo hace sentir culpable y acaba trabajando más.
    Entra en el círculo vicioso, en donde cada vez invertirá más tiempo a su labor, pero sus horas dedicadas cada vez serán menos productivas
  • agotamiento físico y emocional todo el tiempo. El estrés puede agotar al ser humano en todos los sentidos. La vitalidad puede desaparecer dando paso al cansancio constante. Con el tiempo, el estrés crónico puede conducir a otros problemas de salud, como problemas digestivos, enfermedades del corazón o la depresión
  • estado de ánimo cambiante. El agotamiento físico y mental pueden conducir al emocional y la pérdida del sentido del humor. Sencillamente se está mal, y eso hace que el carácter del individuo cada vez sea más “explosivo” con los seres queridos y al mismo tiempo, más dóciles en la empresa
  • aislamiento social. Cuando una persona está quemada, suele aislarse de las relaciones sociales. Cada vez tendrá más necesidad de quedarse en casa y no hacer las cosas que hasta ahora hacía con su grupo de amigos. A esto debe añadirse el agotamiento físico y mental que incrementa sus horas de cama o sofá aun sin poder conciliar el sueño
  • empeoramiento de la salud. Edwin R. Shirley, profesor de psiquiatría en la Universidad Case Western Reserve, dice que cuando no se tiene la energía o el interés para hacer frente a un día de trabajo debido al cansancio, agotamiento mental o estrés crónico, el sistema inmunitario comienza a verse dañado, dando paso a las enfermedades. El cansancio hará que cada vez sean más los días en que se llega tarde al trabajo debido a “una mala noche” y al mismo tiempo aumentarán las llamadas a la empresa para decir que está enfermo o posponer las cosas en la oficina
  • padecimiento de insomnio. A pesar del cansancio y el agotamiento, cuando llega la hora, no se puede conciliar el sueño. El insomnio suele aparecer cuando la mente está cargada de preocupaciones, y por tanto, la ausencia de sueño cada vez conducirá al individuo a un peor estado de salud
  • propensión a adicciones. En ocasiones, la bebida o el tabaco aparecen como una forma de evadir el estrés o los problemas en el trabajo, por ello cada vez se utilizarán con más frecuencia y cantidad estas sustancias, y por ende los problemas serán mayores. Así comienzan los peores problemas de adicción, y
  • quemado. Todas las personas conocen cuando algo no va bien. Teniendo en consideración que la salud de la empresa depende de la de los trabajadores, debe tomarse en cuenta que una compañía en donde todo el mundo está quemado no tardará en caer, si no cambia sus políticas y lucha por tener una plantilla motivada

Una historia de estrés resuelta

Nicole Betts, una mujer de 33 años ha renunciado un trabajo con un sueldo anual de seis cifras para trabajar por 20 dólares la hora. En una entrevista que le han hecho en Business Insider asegura que ahora es realmente feliz porque está haciendo algo que le gusta.

Quizás esta mujer confirme muchos de los consejos que dan todos y cada uno de los empresarios de éxito y millonarios, y es que si no se es capaz de encontrar su pasión, aún cobrando más de un millón  de dólares anuales, se sentirá una persona insatisfecha toda su vida.

Nicole trabajaba como administradora de la propiedad de expatriados en Dubai. Ahora, ha vuelto a Australia y labora para una empresa que le ofrece un trabajo mucho más informal.

“Fue realmente genial tener estabilidad y dinero, pero está bien para algún tiempo. Yo no quiero trabajar más de 40 horas a la semana. Quiero hacer cosas de las que realmente disfruto. Yo no amaba lo que hacía. No era feliz”, afirma Nicole, quien ahora cobra 29 dólares la hora, con un recorte de nueve dólares, por hacer tareas como fabricación y entrega de batidos como embajadora de marca en eventos de marketing, y además, es plenamente feliz.

Como es evidente, a raíz de la crisis actual, esta mujer está recibiendo muchas críticas por su decisión, pues su trabajo en Dubai era la envidia de cualquier persona de su entorno, aunque irónicamente, para ella era demasiado poco aún teniendo un sueldo millonario y decidió cambiarlo por algo más cobrando bastante menos.

En el caso de Nicol Betts, ahora es más rica que antes, porque descubrió lo qué realmente la hacía feliz y no a los demás.

Nicole era una persona querida y apreciada por su esencia, y por lo que representaba en el ámbito laboral y económico que seguramente beneficiaban a terceros, pero a ella, no le hacía feliz.

Recuerde esta frase: “Es preferible fracasar en algo que te gusta, que tener éxito en algo que no te gusta”

Conclusión: la motivación puede hacerle olvidar el estrés en el trabajo

“Aquellos que trabajan por el bien de los demás, consideran que la presión se compensa con los resultados de su labor”.

¿Cuántas personas eligen una profesión con base en el nivel de estrés? ¿cómo se puede medir objetivamente? Si usted es propenso a sentir angustia, probablemente se sienta igual aunque trabaje como bibliotecario, masajista o piloto comercial.

Las personas eligen su línea de trabajo por muchas razones. Para aquellos que están comprometidos con la comunidad y el mundo, para hacer de ellos un lugar más seguro y sano, el minimizar el estrés probablemente no sea una prioridad en su lista de criterios. Y no debería serlo.

Quienes eligen empleos altruistas con un alto nivel de estrés tienen otras motivaciones, como querer que su trabajo tenga sentido. No los desanima el hecho de que probablemente padecerán angustia o ansiedad.

Algunas personas se sienten atraídas, por su naturaleza o personalidad, a trabajos que para otros podrían ser abrumantes. ¿Cuántos agentes del FBI cree que preferirían trabajar como audiólogos, el sexto empleo menos estresante?

Cuando se habla con personas de 50 o 60 años que han decidido hacer una segunda carrera como maestros, dicen que con frecuencia el trabajo es agotador y estresante. Están de pie todo el día, a veces con recursos inadecuados y con chicos que a su vez están bajo presión; incluso los que han ocupado puestos de liderazgo en otros sectores dicen que nunca habían trabajado tan duro. Pero concluyen que hacer algo importante para los demás, y que los ponga en contacto con gente joven todos los días, compensa el estrés adicional.

Pasa lo mismo con quienes se enfrentan a algunos de los problemas más difíciles del mundo. Cuando se hablo con Stephen y Elizabeth Alderman, cuya fundación capacita a profesionales de la salud alrededor del mundo para que trabajen con víctimas de traumas, o con Judith Broder, quien fundó el Soldiers Project, que trabaja con veteranos de guerra que regresan a casa, rara vez hablan de estrés. En vez de ello, afirman sentirse satisfechos por lo que hacen, porque es mejor que no hacer nada. En lugar de desalentar a las personas a elegir cualquier empleo, hay que promover que escojan algo adecuado a sus aptitudes.

Se debe apoyar a los empleados, amigos y familiares en el camino que tomen. ¿Por qué los empleos que mantienen a salvo y sanas a las personas, y los que cuidan de nuestros niños y del ambiente, rara vez figuran en las listas de los empleos mejor remunerados? Esa es una discusión que me encantaría tener.

Finalmente, todo es cuestión de actitud.