Las empresas en el mundo han adoptado nuevas prácticas laborales para enfrentar la crisis económica mundial, de acuerdo con un diagnóstico de la Organización Mundial del Trabajo (OIT).
Por ejemplo, los empleados han experimentado cambios en los salarios por hora, así como en el número de horas trabajadas.
Lamentablemente “en muchos países la crisis económica mundial ha dado lugar a la disminución de las horas de trabajo debido a las reducciones en la cantidad de horas extraordinarias o a un incremento del trabajo a tiempo parcial involuntario”, enfatiza el Informe mundial sobre salarios 2012/2013 de la OIT.
De igual forma, ha crecido el número de empleados que trabajan sólo tiempo parcial en comparación con aquellos que son trabajadores de tiempo completo, lo que ha tenido un impacto negativo sobre los salarios.
A este fenómeno la OIT le denomina “repartición de trabajo”, lo que significa que dos o más empleados “compartan” las labores de un solo puesto con menores percepciones conjuntas, en comparación con el sueldo que se percibía por tiempo completo antes de la crisis.
“Las empresas en diversos países han reducido las horas de trabajo de los empleados como parte de los programas de repartición del trabajo. Con frecuencia, semanas de tres o cuatro días han sustituido la semana tradicional de cinco días, las horas diarias han sido reducidas o las fábricas han cerrado por semanas o hasta meses”, refiere el diagnóstico.
No obstante, la OIT considera que este fenómeno no necesariamente es negativo, pues con la repartición del trabajo la empresa obtiene una reducción temporal del gasto salarial, y los empleados no pierden su puesto. Para la OIT “es una medida que ayuda a estabilizar la economía” y a conservar las plazas laborales.
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