Según la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), los sectores comercial y farmacéutico utilizan de forma intensiva esquemas de subcontratación de trabajadores, mejor conocidos como servicios de outsourcing.
De acuerdo con este organismo, sus empresas afiliadas generaron 659 mil empleos formales (directos) en 2011, cifra similar a la calculada por las compañías de outsourcing que trabajan para las cadenas comerciales.
Para Vicente Yáñez presidente de la ANTAD, durante el 2010 al menos unos 600 mil trabajadores pertenecientes a outsourcing laboraron para proveedores de las tiendas de autoservicio, departamentales y especializadas en el territorio nacional, lo que implica que prácticamente por cada empleo formal gestado por afiliadas a la ANTAD, existe otro creado por las empresas de tercerización (servicios de seguridad, limpieza o promoción).
No obstante que la contratación de outsourcing trae consigo ventajas para sus beneficiarias, también les ocasiona problemas comerciales, por ejemplo las afiliadas a la ANTAD cada año tienen que hacer frente a más de 80 mil demandas laborales, como consecuencia de la subcontratación de organizaciones que operan en sus establecimientos al margen la ley.
Esta cascada de juicios impacta directamente a los costos de producción de las corporaciones que subcontratan este tipo de servicios de prestación de personal.
En la industria farmacéutica pasa algo similar, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) este sector genera 77 mil 710 empleos, de los cuales aproximadamente el 29.4%, esto es, 22 mil 812 trabajadores no están contratados por las farmacias o laboratorios, pero les prestan algún tipo de servicios.
Daniel Echaiz Moreno, especialista de la UNAM asegura que las compañías farmacéuticas utilizan el outsourcing como herramienta para la reducción de costos y mejora de diversos procesos y servicios, lo que ha sido uno de los principales incentivos para que empresas trasnacionales se instalen en México.
El uso desmedido e irresponsable de los servicios de outsourcing es lo que hace necesaria una adecuación de la normatividad laboral, cuyo dictamen aún está en estudio y análisis en la Cámara de Senadores, contempla una regulación más estricta de las empresas que proporcionan este tipo de servicios en aras de evitar una subcontratación dolosa en perjuicio de los colaboradores y las compañías beneficiarias de las labores de éstos.
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