Nuevas formas de contratación en la reforma laboral

Los nuevos esquemas de contratación no serán suficientes para crear más empleos. También es necesario atraer más capitales a nuestro país

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 .  (Foto: IDC online)

Resulta incuestionable que una de las consecuencias de las recientes crisis económicas mundiales es el desempleo, al grado de que gobiernos como el Español, con una desocupación laboral en el 2012 del 24.63%, se han visto obligados a tomar medidas drásticas en materia legal, financiera y laboral, las cuales, a pesar de ser necesarias, no han sido bien acogidas por la sociedad y los trabajadores.

De acuerdo con un reporte de la OCDE, las cifras de desempleo al segundo trimestre de 2012 son: Austria, 4.3%, Holanda, 5.1%; Alemania, 5.5%, e Italia, 10.3%.

Este panorama internacional, de ninguna manera es privativo de los países Europeos, pues en México existe un fuerte conflicto de desempleo, pues de acuerdo con el mismo reporte, a junio de 2012 se ubicó en un 5.0% de la Población Económicamente Activa, esto es, aproximadamente unos 2 millones 555,477 personas desocupadas laboralmente.

Si a ello se suma la creciente población de jóvenes que año con año egresa de sus estudios técnicos o profesionales que demanda de ocupación laboral, se podrían generar fuertes conflictos sociales, como ha ocurrido en otras naciones.

Ante la imperiosa necesidad de resolver esta problemática, el pasado 1o. de septiembre el Ejecutivo Federal presentó ante la Cámara de Diputados la iniciativa de enmiendas a la Ley Federal del Trabajo, en la que se contemplan nuevos esquemas de contratación que, en teoría, permitirán la creación de un mayor número de empleos, porque flexibilizan las formas en que un aspirante a un puesto laboral puede ser incluido al mercado de trabajo.

Si bien la iniciativa conserva las tradicionales formas de contratación de personal (para obra o tiempo determinado y tiempo indeterminado) la iniciativa adiciona los contratos:

  • por temporada: los cuales serían aplicables a ciertos trabajadores por la naturaleza de los servicios contratados (épocas decembrinas, periodos vacacionales, época de cosechas, entre otros). Únicamente surtiría efectos por el lapso pactado por las partes en el contrato, por lo que a su término el vínculo laboral se suspendería, y
  • de capacitación inicial: sería el instrumento mediante el cual un trabajador se obligaría a prestar sus servicios durante un lapso específico, bajo la dirección o mando de su patrón, para adquirir los conocimientos o habilidades indispensables para realizar la actividad para la cual se le contrataría en forma definitiva. El contrato tendría una duración de tres a seis meses tratándose de puestos directivos o de labores técnicas o profesionales especializadas, lapso que sería improrrogable, por lo que a su término si el colaborador no demuestra haber adquirido los conocimientos necesarios, el patrón daría por concluida la relación de trabajo sin ninguna responsabilidad

Asimismo, se incluye, dentro de los contratos por tiempo indeterminado o cuando excedan de 180 días, un período a prueba de 30 días, que podría prorrogarse hasta 180 días en el caso de directivos, con la finalidad de verificar si el trabajador posee los conocimientos y las habilidades necesarias para el desempeño del puesto solicitado. Esta modalidad dentro del contrato por tiempo indeterminado no podría aplicarse al mismo subordinado de forma simultánea o sucesiva, ni en más de una ocasión, aun cuando terminado el vínculo laboral se presentará otra relación de trabajo con el mismo patrón.

Como puede observarse, con los nuevos contratos y la modalidad de la prueba será mucho más fácil para las empresas contratar a un aspirante a un puesto de trabajo, sin embargo difícilmente se abatirá el problema del desempleo, pues para ello se requiere poseer una economía más sólida; seguridad jurídica para las compañías; inversión de capital nacional y extranjero; vinculación de la educación profesional y técnica con las necesidades de las organizaciones, impartición de justicia libre de corrupción, entre otros aspectos importantes.

Por ello si no se tiene una percepción adecuada del contexto económico del país, resulta fácil dejarse llevar por el espejismo de las reformas legales milagrosas, las cuales si bien son parte de la solución, por sí mismas no podrán remediar el problema del desempleo en México.