México ha experimentado una recuperación económica “más robusta” que la mayoría de los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), aunque el desempleo, y sobre todo la informalidad laboral, siguen preocupando a esa institución.
“La tasa de desempleo aún no desciende hasta su nivel pre crisis. Tras alcanzar un máximo de 5.8% en el tercer trimestre de 2009, la tasa de desempleo disminuyó a 5.1% en el primer trimestre de 2012, más de un punto porcentual por sobre el valor previo a la crisis”, explicó la OCDE en un estudio sobre el comportamiento del mercado laboral mexicano.
De igual forma, la alta incidencia del empleo informal “sigue siendo un tema de preocupación”, y lo mismo sucede con “la ausencia de un sistema público de prestaciones por desempleo”.
Para compensar la merma en los ingresos, resultante de la pérdida de empleo en el sector formal, “en tiempos de crisis es habitual observar la transición de trabajadores hacia el sector informal”, detalló el análisis.
Si bien la recuperación económica ha disminuido la incidencia del empleo informal a partir del tercer trimestre de 2011, “aún queda mucho por hacer para mejorar las perspectivas de empleo de los jóvenes en México”.
En específico, la OCDE apunta que la tasa de desempleo de los jóvenes ha aumentado considerablemente desde el inicio de la crisis, y relativamente más que en la mayoría de los países que forman parte de esa institución.
“La tasa de desempleo juvenil duplicó a la tasa de desempleo total en el cuarto trimestre de 2011, alcanzando 10%”. Si bien el desempleo juvenil es mucho más bajo que en el área de la OCDE en su conjunto, el porcentaje de jóvenes que no están empleados y que no están estudiando “es considerablemente superior en México”, refiere el estudio.
Es por eso que la OCDE propone “una reforma integral del mercado de trabajo”, que aborde los problemas estructurales que tiene el país en materia laboral.
En específico se recomienda promover el acceso a más empleos y mejores condiciones laborales; aumentar los incentivos a las empresas para la formalización de las relaciones laborales; y fortalecer la capacidad de ejecución de las instituciones de inspección laboral, fiscal y de seguridad social.
De acuerdo con un estudio del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM, en México el 65.8% de los empleos creados en los últimos cinco años se encuentran en el sector informal.
