El artículo 66 de la LFT permite a las empresas ampliar la jornada de trabajo pactada con sus colaboradores por circunstancias extraordinarias, la cual no debe exceder tres horas diarias, ni de tres veces en una semana.
Por su parte, el numeral 68, último párrafo de esa misma legislación les otorga a los trabajadores que prolongan su horario normal de labores, el derecho a que les sean remuneradas las primeras nueve horas extras al doble, y a partir de la décima al triple.
No obstante, existen casos donde por la propia y especial naturaleza de los servicios prestados por los trabajadores, resulta imposible sujetarlos a una jornada específica, por ejemplo los transportistas –choferes de camiones y operadores de tráiler o autobuses–, quienes al realizar viajes extensos, les es imposible detener su marcha para cumplir con un horario determinado.
Si bien, este tipo de trabajadores no pueden generar jornada extraordinaria, el precepto 257 de la LFT, señala que cuando perciban un salario por viaje y exista una prolongación o retardo del tiempo de traslado no imputable a ellos, tendrán derecho a un aumento proporcional al lapso excedente empleado. Este criterio se corrobora en la siguiente jurisprudencia:
TRANSPORTISTAS. CASO EN QUE NO SE TIENE DERECHO AL PAGO DE TIEMPO EXTRAORDINARIO. La absolución decretada por la Junta respecto del tiempo extraordinario reclamado es correcta, pues de autos se advierte que el trabajo desempeñado, era como chofer de trailer, cuyo salario se concertó sobre la base de un porcentaje del importe del flete que transportaba en cada viaje, cuestión reglamentada en el artículo 257 de la ley laboral y por ello sólo tenía derecho a un aumento proporcional en caso de prolongación o retardo del término normal del viaje, por causa que no le fuera imputable al propio trabajador. TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL TERCER CIRCUITO.
Amparo directo 253/87. Jesús Villa Grajeda. 11 de noviembre de 1987. Unanimidad de votos. Ponente José de Jesús Rodríguez Martínez. Secretario José Alfonso Peña Blanco.
Amparo directo 573/92. Juan I. Robles Pallares. 18 de noviembre de 1992. Unanimidad de votos. Ponente A. Berta Navarro Hidalgo. Secretario Jorge Humberto Benítez Pimienta.
Amparo directo 242/93. Hilario Gutiérrez Rodríguez. 30 de junio de 1993. Unanimidad de votos. Ponente A. Berta Navarro Hidalgo. Secretario Eugenio Isidro Gerardo Partida Sánchez.
Amparo directo 450/94. José Luis de Lira Becerril y otros. 15 de marzo de 1995. Unanimidad de votos. Ponente Alfonsina Berta Navarro Hidalgo. Secretario Omar Espinoza Hoyo.
Amparo directo 512/95. Reynaldo Mora González y otros. 17 de abril de 1996. Unanimidad de votos. Ponente Andrés Cruz Martínez. Secretario Miguel Ángel Regalado Zamora.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Novena Época. III, junio de 1996. Tesis III.T. J/9, pág. 745.
