El desempleo es un mal que siempre ha aquejado a la humanidad desde épocas ancestrales, sin embargo existen períodos donde se ha agudizado, como en la gran depresión en los Estados Unidos de América o la recesión económica mundial vivida hace apenas un par de años.
Quizá los modelos de prestación de servicios, los procesos de trabajo, las tendencias en el manejo de los recursos humanos, la globalización de los mercados, entre otros factores, han sido la causa de que en la actualidad el desempleo se encuentre en cifras sumamente elevadas, sobre todo en algunos sectores de la población como el de las personas maduras y adultos mayores, quienes difícilmente encuentran cabida en un mundo laboral que, a priori, los segrega tan sólo por su edad.
Sin embargo, ante este lamentable escenario a los “maduritos” aun les queda la oportunidad de incorporarse al rubro de la población económicamente activa utilizando los medios con los que cuentan, por limitados que éstos sean.
Una de esas oportunidades se presenta cuando los hobbies o actividades de esparcimiento que desarrollan en sus tiempos libres, las convierten en tareas con ánimo de obtener un lucro y por ende una fuente de autoempleo. Esta determinación sin duda es mucho más provechosa que quedarse cruzado de brazos lamentándose de su mala suerte.
Si bien esta opción es una luz de esperanza, no debe tomarse a la ligera, ni de forma desesperada. Algunos consejos que deben considerarse antes de proyectar sus esfuerzos para transformar su hobbie en trabajo son:
- tener paciencia, ser organizado y saber moverse en los mercados que pretenden atacarse
- evitar, si se cuenta con empleo, dejarlo para desarrollar de lleno el hobbie, porque nadie garantiza que tenga éxito
- conservar los contactos de su anterior profesión, por si las nuevas actividades no funcionan, pueda tener la oportunidad de reincorporarse al trabajo que desarrollaba
- asegurar que el hobbie tenga estrecha relación con las tareas que se realizaban antes, pues esto garantiza un mejor dominio y profesionalismo, y
- considerar que las nuevas funciones acarrearán cargas financieras, como inversiones en materias primas, papelería, local de trabajo, distribución, automóvil o incluso trabajadores en el caso de que los llegase a requerir, con todo lo que ello implica en pago de salarios, prestaciones y cargas sociales por pagos de cuotas obrero-patronales al Seguro Social y aportaciones al Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit)
Sin duda para las personas que en una situación adversa observan un reto más que un problema, resulta ideal esta estrategia para mantenerse activo y demostrar que aun cuando todo parezca ir en su contra, pueden salir adelante con talento, empeño y dedicación, sacándole jugo a una actividad que les resulta placentera.
