A partir del próximo 4 de abril entra en vigor la nueva Ley Federal de Seguros y Fianzas (LFSF), que permite utilizar un seguro de caución para resarcir las afectaciones financieras que sufra el asegurado, en caso de presentarse un incumplimiento de contrato por parte del adquirente de la póliza.
Este seguro se implementó en la legislación mexicana mediante la expedición de la nueva LFSF, así como con la reforma a la Ley sobre el Contrato de Seguro (LCS), ambas publicadas en el DOF el 4 de abril del 2013.
Con este producto, la empresa de seguros estará obligada a indemnizar al asegurado a título de resarcimiento o penalidad de los daños patrimoniales sufridos, al producirse las circunstancias acordadas en el mismo en relación con el incumplimiento por el contratante del seguro de sus obligaciones legales o contractuales. Es indispensable señalar que todo pago hecho por la aseguradora deberá ser reembolsado por el contratante del seguro (art. 151, LCS).
El seguro de caución se integrará con tres participantes:
- tomador del seguro (contratante)
- institución de seguros
- asegurado (beneficiario de la indemnización)
Para efectos de la indemnización, en la póliza de seguro contratada se fijarán de forma clara y precisa todas las obligaciones legales o contractuales del tomador del seguro para delimitar cuál es el riesgo que se está cubriendo, y la suma o monto convenido para el resarcimiento (art. 153, LCS).
Además, este seguro será admisible como garantía ante las dependencias y entidades de la administración pública federal y ante las autoridades locales, para lo cual, la condición de contratante del seguro la tendrá quien deba otorgar la garantía y la de asegurado la dependencia o entidad (art. 17, LFSF).
El contratante de este seguro podrá afectar en garantía del cumplimiento de sus obligaciones con las aseguradoras bienes inmuebles de su propiedad, que estén inscritos en el Registro Público de la Propiedad (art. 189, LFSF).
Al ser reconocido como garantía frente el gobierno federal y local, el seguro de caución promoverá la creación de obras públicas, porque ante cualquier falla durante o después del proyecto se contará con una garantía que lo respalde, sobre todo en el desarrollo de nuevas infraestructuras que impliquen grandes inversiones.
Este producto también será asequible para ser usado entre los particulares como un instrumento que garantice la plena satisfacción de un negocio, evitando así controversias largas y costosas, pues de existir un incumplimiento de un contrato será posible que el asegurado sea indemnizado de forma casi inmediata, ya que el certificado de este seguro tendrá aparejada ejecución si se cumplen los requisitos previstos al efecto (art. 157, LCS).
Por otro lado, es muy común que al iniciar alguna negociación con quien no se ha trabajado con anterioridad surjan muchas dudas respecto a su confiabilidad, por lo que se podría optar por poner como una condición previa a la celebración de un contrato que la contraparte adquiera un seguro de caución.
