México (Notimex).- El delito de robo de identidad se incrementa en el mundo y en México no es la excepción. Amores virtuales, recompensas o premios "caídos del cielo" son los principales “ganchos” que usan los delincuentes para atraer a sus víctimas, advirtió el Colegio Jurista.
Las redes sociales y los teléfonos inteligentes son los principales medios que utilizan los criminales para robar la identidad de su víctima; los usuarios más afectados son personas entre 31 y 40 años, de los cuales el 33% vive en la capital mexicana y su área metropolitana.
La información personal que obtienen los delincuentes se usa de manera ilegal para abrir cuentas de crédito, contratar líneas telefónicas y realizar compras. Además, puede servir para el cobro de seguros de salud, vida y pensiones, así como para domiciliar pagos de renta, teléfono o colegiatura.
De acuerdo con el rector de la institución, Jorge Manrique, el 85% de estos delitos se realiza con propósitos económicos; de hecho en el mercado negro documentos como la credencial de elector, el número de Seguro Social, así como cuentas bancarias, comprobantes domiciliarios y tarjetas de circulación, entre otros, pueden comercializarse hasta en 10,000 pesos.
México se ubica entre los primeros 10 lugares en el mundo por robo de identidad, sin embargo, algunas firmas especializadas de investigación sitúan al país en el tercer puesto debido a la poca legislación que existe al respecto.
Además, señala Manrique, las personas en el país tienden a ser proclives a las ilusiones, que son los pretextos que más utilizan los delincuentes para obtener información de las personas.
"Solo Colima, el Distrito Federal y el estado de México, son entidades que cuentan con una legislación avanzada en el tema de suplantación de identidad en sus códigos penales, pero a nivel federal no se cuenta con una ley al respecto", advierte el rector del Colegio Jurista.
El robo de identidad puede ser causa de que las personas o las empresas caigan en bancarrota, por lo que la mejor forma de evitarlo es resguardar de manera adecuada los datos personales, y tener mayor precaución en el uso de Internet.
