Diputados de todas las fracciones parlamentarias expresaron su apoyo a una eventual reforma de Petróleos Mexicanos (Pemex), aunque resaltaron que debe mantenerse la rectoría del Estado sobre los hidrocarburos, además de que se requiere combatir la corrupción en la empresa paraestatal.
Alejandro Rangel Segovia (PRI) señaló que México debe decidir sobre sus recursos energéticos “sin menoscabo de que seguirá siendo dueño absoluto e irrestricto del petróleo y de sus frutos, o permanecer quietos, observantes de cómo otras naciones avanzaron tecnológica y económicamente”.
El legislador afirmó que México debe explotar los recursos energéticos con alianzas estratégicas para resarcir con ello los rezagos sociales. Rangel indicó que el país necesita una “cirugía mayor” en materia energética, en la que todos los sectores aporten, de acuerdo con un comunicado de la Cámara baja.
A su vez, Homero Niño de Rivera Vela (PAN) destacó que el gobierno federal contará con el apoyo de su bancada sólo si está dispuesto a empujar una reforma energética que le dé a Pemex autonomía de gestión, transparencia, inversión y un trato fiscal justo.
Consideró que sería absurdo que la inversión en Pemex provenga del gobierno federal, y expresó su confianza en que este año se le dé a Pemex la reforma que necesita para impulsar cadenas productivas mexicanas.
De su lado, María del Socorro Ceseñas Chapa (PRD) afirmó que Pemex requiere transformaciones, autonomía de gestión, un régimen fiscal menos severo, y un manejo transparente de los recursos.
Sobre la Estrategia Nacional de Energía del gobierno federal, que recientemente fue avalada por el Senado, la diputada señaló que será analizada por su fracción para que fomente el crecimiento económico, el empleo y el desarrollo sostenible.
Francisco Alfonso Durazo Montaño (Movimiento Ciudadano) señaló por su parte que las privatizaciones se volvieron un “botín que no representan beneficios para los ciudadanos”.
Consideró que Pemex requiere una atención responsable por parte del Estado para llevar a cabo una revisión profunda al desempeño de la alta burocracia petrolera, de la dirigencia sindical y de las irregularidades que se cometen en su administración.
