En breve iniciará la operación de la Oficina Postal Electrónica del gobierno federal, la Secretaría de la Función Pública (SFP) dio a conocer el Documento Técnico de Interoperabilidad de los Sistemas Automatizados de Control de Gestión (DTISACG), el cual sumado a la Ley de Firma Electrónica Avanzada (LFEA) y al Esquema de Interoperabilidad y de Datos Abiertos de la Administración Pública Federal (EIDA), permitirán el envío y recepción de oficios y comunicados electrónicos entre dependencias y entidades de la administración pública federal.
Esta herramienta traerá beneficios tangibles a la ciudadanía entre los que se destacan ahorros en papel, con lo que disminuye la contaminación; la disminución horas/hombre, que implica que los trabajadores gubernamentales puedan mejorar su desempeño; así como la disminución del tiempo para trámites gubernamentales.
Adicionalmente, habrá otros puntos que se verán optimizados con la digitalización, aun cuando no son medibles de manera exacta, como la reducción de la corrupción; la mejora de la competitividad a raíz del estrechamiento de relaciones entre las entidades gubernamentales; y un mayor acceso de los ciudadanos a la información pública.
Para la operación de esta oficina digital se ha construido un centro de distribución de mensajes y de coordinación, armado acorde con las especificaciones técnicas contenidas en el DTISACG. En si este centro es la Oficina Postal Electrónica, el cual estuvo en fase de pruebas en noviembre de 2011.
En su integración, un grupo piloto conformado por las Secretarías de Hacienda y Crédito Público, de Seguridad Pública, y de Comunicaciones y Transportes, así como de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, realizaron diversos ensayos a fin de probar su funcionamiento.
Desde ese momento a la fecha el proyecto ha seguido perfeccionándose, hasta que -el 28 de mayo pasado- la Unidad de Gobierno Digital de la SFP dio a conocer la versión definitiva del DTISACG, en la cual se determina que cada institución federal comenzará a adecuar sus sistemas para así implementar de manera correcta las nuevas directrices de interoperabilidad.
