Factoraje financiero, opción de negocios

Para todo empresario puede ser buena opción, pero es necesario analizar su impacto financiero y fiscal

En qué casos puede liberarse de la presentación del dictamen de estados financieros
 En qué casos puede liberarse de la presentación del dictamen de estados financieros  (Foto: Redacción)

El factoraje financiero se erige como una estrategia de negocios para anticipar el momento de cobro sobre ciertos activos (cartera de clientes), generando liquidez y acotando en cierta forma los riesgos inherentes vinculados con la gestión de cobro, así lo expresa el licenciado Alejandro García Millán, Director General de Patrimonium.

Es un contrato por el cual el factorante conviene con el factorado (persona física o moral) en adquirir los derechos de crédito que este último tenga a su favor por un precio determinado o determinable, en moneda nacional o extranjera.

Todo empresario debe analizar los costos económicos y de oportunidad que pueden representar para su negocio contar con ciertos flujos o carecer de éstos y asumir determinados riesgos de cuentas incobrables.

Si opta por el factoraje financiero, un aspecto importante que debe considerar es el tratamiento fiscal que debe dársele.

Esto en virtud de que fiscalmente se considera enajenación la transmisión de derechos de crédito relacionados con la proveeduría de bienes, de servicios o de ambos de un contrato de factoraje financiero en el momento de su celebración, excepto si se transmiten mediante factoraje con mandato de cobranza o con cobranza delegada.

En el tema “Factoraje financiero=liquidez” el licenciado García Millán precisa de manera muy puntual  cómo debe manejarse esta enajenación para efectos del ISR e IVA.