La aplicación del IESPS a la venta de refrescos, alimentos no básicos con alta densidad calórica, y a los combustibles fósiles tiene diversos efectos: por un lado, el incremento al costo de la gasolina repercute en el precio del transporte, lo cual impacta a toda la cadena de comercialización.
En el caso de las botanas, dulces y helados, los precios de venta aumentaron al menos 8%; por lo que hace a los refrescos, el incremento mínimo es de 1.16 pesos por litro, derivado de la cuota de este impuesto que es de un peso, sobre la cual también se causa el IVA respectivo.
Todo esto pone en duda que se logre la meta de inflación planteada para este 2014, pero además genera nuevas cargas administrativas para las empresas que vendan estos productos. A fin de conocer cómo cumplir con ellas, te invitamos a consultar nuestro caso práctico, así como una selección de preguntas y respuestas sobre este tema.