México necesita mayores inversiones, así como políticas más claras y eficaces para promover el desarrollo social y para alcanzar el nivel de vida promedio de la OCDE. Por lo tanto, es necesario aumentar los ingresos tributarios, diseñando un régimen tributario más moderno, competitivo, eficiente y menos dependiente de los ingresos petroleros.
Ante el gran tamaño de su sector informal y la evasión fiscal generalizada, se debe mejorar la eficacia de la administración hacendaria y generar incentivos para reducir la economía informal.
La recaudación tributaria como proporción del PIB está muy por debajo de la de todos los países de la OCDE, a pesar de que algunas de las tasas impositivas son relativamente similares. Esto indica que, al combinar una base impositiva más amplia con una mejor administración tributaria, se podría incrementar la recaudación.
Ante ese escenario la OCDE ha recomendado:
- aumentar los ingresos tributarios mediante la ampliación de la base del IVA y del ISR de las personas físicas y morales, además de fortalecer la administración tributaria
- incrementar los impuestos a la propiedad inmobiliaria y a las emisiones de gases de efecto invernadero
- fortalecer la cooperación internacional en materia fiscal y eliminar el uso que los contribuyentes mexicanos hacen de los paraísos fiscales
- acrecentar las responsabilidades tributarias de los estados y municipios, limitando las transferencias del gobierno federal y permitir una mayor retención de sus ingresos marginales
En el caso de los municipios, el predial y las tarifas de agua presentan oportunidades importantes de fortalecer los ingresos
Aunado a ello, en un reciente estudio efectuado por la consultoría internacional en auditoría, impuestos y asesoría KPMG, se identificó que la tasa gravable promedio del ISR entre 114 naciones es del 28.5%.
En nuestro país es del 30% igual que hace dos años, pero se tiene prevista una reducción de la tasa gravable a 28% para el 2014.
El análisis denominado “Tasas del ISR de Personas Físicas y de Seguridad Social” reveló que en 17 países de América Latina, considerando el porcentaje de la tasa de menor a mayor, México ocupa el lugar número 10; tiene el sitio 21 entre las tasas gravables de ISR que cobran los miembros de la OCDE, siendo las más altas las de Suiza (56%) y Dinamarca (55.4%).
Así, México se encuentra en las excepciones que contemplan una disminución de la tasa del ISR. La tendencia mundial es que los gobiernos utilicen las políticas fiscales y tasas tributarias para estabilizar su base de ingresos, debido a los cambios de sus economías.
Los cinco países que cuentan con tasas del ISR más altas de los incluidos en la encuesta son Aruba, con un gravamen de 58.9%; Suecia, que cobra una tasa de 56.6%; Dinamarca, con 55.4% del gravamen; Bélgica y Holanda, con 55%, y España, que cobra 52%.
La media europea en los demás países del continente, según el estudio de KPMG es de 46%, lo que significa que tienen los niveles más elevados que en cualquier otra subregión.
Durante el mandato pasado en los Estados Unidos se redujo la tasa gravable del ISR de 39.6 a 35% para personas morales, con el objeto de impulsar la inversión y generación de empleos.
El acuerdo o la quita gravable suponía que al paso de cuatro años, esta tasa regresaría a 39.6% al arranque del 2013.
De un simple análisis pareciera que las tasas más elevadas traen como consecuencia que los contribuyentes vean reducido su haber patrimonial, sin embargo, en algunas naciones con porcentajes altos en el ISR se tiene derecho a mayores deducciones, por ende, el impuesto a cargo se ve disminuido considerablemente, a diferencia de nuestro sistema impositivo que no permite tantas reducciones, por eso, pudiera ser benéfico para el gobierno, según las recomendaciones de la OCDE, el conservar la tasa actual del ISR.
